Fueron 11 calidos meses en el mejor y exquisito de los ambientes, recuerdo su oscuridad y su calor, como la sensación de estar en un paraíso sumergido, con el suave vaivén de un galope al viento.

Ya he nacido, en mis primeros minutos me cuesta pararme apenas me mantengo en pie, encontrar mi mamadera me es casi imposible, me cuesta respirar siento que no viviré; tanta luz, tanto ruido y seres extraños como a 3 metros me miran como un extraterrestre, pero noto en sus caras una inmensa alegría. Ha pasado media hora de que salí del paraíso, ya me enguate de leche, ahora respiro mejor, hasta puedo correr y seguir a mi mamá.

Mi mamá no deja de besarme y olerme, como si fuese una despedida, a lo lejos escucho relinchos, nunca los había escuchado tan fuerte, que será?.

Es tarde, ya quiero tomar leche, pero mi mamá se a dedicado a comer unos hilos verdes que recoge del suelo, no se que es, pero a mi me gusta la leche. Parece que mi mamá no se preocupa por mí, pero a cada rato levanta su cabeza para mirarme y olerme, cada cierto rato me deja mamar. Todo es tan extraño, supongo que aprenderé con el tiempo. A mi mamá le ponen un cordel en la cabeza y la llevan a una pieza llena de paja, que hago arranco o la sigo. –si no le hacen daño, por que me lo van a hacer a mi- quienes serán ellos parece que cuidan de mamá. Que sueño tengo ya esta oscuro………

……… Apareció por el otro lado esa luz brillante, que deja ciego, junto a mi mamá un ser extraño de pelos largos oscuros casi tan grande como yo. Me di cuenta que le hace cariño en la frente y ella se deja….. como si confiara totalmente en esa niña. Me intentó tocar pero yo no me deje estuvo con mamá por horas y de apoco me fui acercando, hasta que me empezó a acariciar la frente. Ella se iba todos los días pero era la primera en aparecer por las mañanas…. ….. Desde aquel entonces somos los más grandes y mejores amigos.

Vivencias de un Potrillo.

Con todo el corazón, inspirado en la nobleza de los Caballos.

Un abrazo.

El Señor de los Caballos.